"Todos esperaban al Salvador, al Rey de los Reyes. Todos esperaban que bajara del Cielo y lleno de oro..."Lo mejor de esta época es que uno se siente reflexivo y hasta muchas veces no tiene la menos idea de por qué. El otro día pensaba que uno "utiliza" la Navidad para miles de motivos que no tienen mucho que ver con la natividad del hijo de Dios, ¿verdad? Tal es así que: nos juntamos con familia/amigos, comemos (mucho), bebemos (algunos), nos reimos, nos recordamos que nos queremos (una de las cosas más importantes, creo), brindamos con sidra o champagne (sí, se invierte mucho dinero en la cena), mandamos millones de mensajes de texto y nos llamamos por teléfono para saludarnos, escuchamos música, ajam... tiramos fuegos artificiales con luces, ruido, explosiones o todo junto, nos vamos de vacaciones (muuuy algunos), y hasta nos hacemos regalos, mientras el arbolito de navidad canta "noche de paz, noche de amor". Chan. No es increible que las cosas se desvirtuen taaaaanto? No me parece mal, eh! Pero, como diría mi amiga Tole: "es raro". Y lo mejor y más increible de todo es que lo raro nos es normal. Sí, mis papás conservadores dirían: es la tradición, costumbre, etc, etc, etc. Gracias, papis, pero sea como sea, la distorsión del eje principal existe igual, sea desde hace mucho, sea tradicional, o no. En fin, espero que todos los lectores imaginarios que tengo y algunos poquitos reales, pasen una feliz navidad. Festejen como lo festejen, navidad es para nacer de nuevo, así que... pensemos muchas metas que nos permiten renacer y fijémoslas cuando llegue el año nuevo. Y como dice el lema, que no por muy usado, deja de ser verdadero: ¡Año nuevo, Vida nueva!¡Salud!
"...pero nació en un pesebre."